Veo últimamente muchos posts sobre las SAHM, o sea, las Stay At Home Moms, madres que se quedan en casa. Vamos, que no trabajan fuera porque se dedican a criar a la prole. Pero que sí que trabajan, claro. Estos posts hablan de lo duro que es encargarse no solo de las criaturas, sino de las tareas domésticas: preparar la comida, hacer la colada, limpiar la casa, hacer la compra... Lo que viene siendo «ama de casa» de toda la vida. Mi duda es: si yo no hago prácticamente nada de esto porque NO ME DA LA VIDA, porque con la mayor y el menor tengo las manos llenas, la cabeza ocupada y dispersa, el cuerpo exhausto y el alma en coma, ¿soy una SAHM? Es más, si literalmente no me quedo dentro de la casa porque se me cae encima y estamos casi todo el día en la calle, ¿soy menos SAHM todavía? Admiro a todas estas personas que, además de encargarse de sus hijas, consiguen hacer todas esas tareas. De verdad, de verdad, que me cuenten el secreto. Sé que hay niños más demandantes que otros, que l